Un profesor de matemáticas realizó entre dientes –“de
cabeza”-, pero oyéndesele, esta curiosa operación: “Cinco por cuatro veinte más dos igual a
veintitrés”. Y el caso es que no se
había equivocado. ¿Cómo puede ser?
Debemos tener en
cuenta que cuando a una persona se le pregunta por su estatura responde, por
ejemplo, “uno setenta y cinco” y no dice “uno coma setenta y cinco”. Asimismo,
si pedimos la cuenta de unos refrescos que nos hemos tomado en un bar, nos podrán
contestar: “Siete cincuenta” y nunca “siete coma cincuenta”.
Por todo esto,
cuando el profesor habla de “cuatro veinte” se refiere obviamente a 4,20. Además, sabemos que el producto de 5 por 4,20
nos da 21. Así que la operación que el profesor realiza mentalmente vendría
dada de la siguiente forma.
5 . 4,20 + 2 = 21 + 2 = 23